Las reproducciones de Kolor se distinguen por ser copias directas de negativos.

El minilab cuenta con dos partes análogas a todo proceso de copiado manual. Una parte seca donde se graba la luz sobre el papel y la otra parte húmeda donde los químicos entran en acción. Hasta acá el proceso de copiado C-print es igual tanto para el digital como para el analógico.

El negativo se coloca delante de la luz del proyector y éste proyecta su imagen directamente sobre el papel fotográfico. Los filtros dicroicos intervienen sobre la luz de la ampliadora y eso permite ajustar con precisión el color de cada fotografía.

Una vez que el papel fue impactado por la luz, pasa al sector húmedo donde la imagen es revelada, fijada y lavada,
luego pasa al secador, sale seca y tibia con aroma
a fotografía química.